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De dónde venimos, un poco de historia


Inicios

Soto del Real, antigua villa de Chozas, encuentra su origen tras la Reconquista, momento en que fue poblada por pastores segovianos. Sin embargo, de los siglos X y XI se han encontrado ya indicios de la existencia concreta del pueblo, como restos de vivienda y cerámica. La leyenda dice que los pastores de tiempos lejanos construyeron unas chozas en la parte baja de la Sierra de Guadarrama, dentro del actual término de Soto del Real en un lugar llamado “Casas Quemadas”.

Colonización

Durante el siglo XIII tuvo lugar el famoso litigio sostenido entre los concejos de Madrid y Segovia causado por el dominio de las tierras situadas entre la Villa de Madrid y la sierra, en donde se encontraban, entre otros, Chozas, Colmenar y Porquerizas (Miraflores).
 
En 1389, el rey Juan I la incorporó al Real de Manzanares, compensando con ello a la familia de los Mendoza por la pérdida de Torija.
El 31 de diciembre de 1568, Felipe II concede a Chozas de la Sierra la exención del Real de Manzanares con todos los atributos y signos de poder, “horca y cuchillo, picota, cárcel y cepo”.
 
Ya en 1596, Chozas era uno de los puntos fundamentales del camino que unía las villas de Manzanares y Guadalajara.
 
La denominación actual data de 1959, momento en que el consistorio decide cambiar el nombre del municipio, al considerarlo mal sonante. Las opciones eran tres: Soto del Real, Alameda de la Sierra o mantener el nombre histórico. El primer término del nombre elegido, “Soto”, hace referencia a los numerosos árboles y sotos que rodean al pueblo, y el segundo, “del Real”, alude al señorío del Real de Manzanares, al que perteneció durante siglos. Ambas denominaciones de la villa, antigua y actual, se reflejan en su escudo de armas. 

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IGLESIA PARROQUIAL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

La Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción se encuentra situada en el casco antiguo junto al puente medieval en la confluencia de la calle San Sebastián con la Travesía de la Iglesia y la calle de los Morales. Posiblemente esta iglesia, tal cual la vemos, se construyese sobre una más antigua, de la que se conservaría únicamente la torre, que data del S. XV. La actual iglesia, de estilo barroco, se comenzó a construir en el S. XVI y se finalizó en el S. XVIII.

Está fabricada a base de muros de mampostería en las naves y la torre y sillarejo en la cabecera con refuerzo de sillería en las aristas y contrafuertes exteriores. La planta es de cruz latina, completándose la nave central con dos naves laterales separadas de esta por dos arcos de medio punto. La torre quedaba exenta del cuerpo de la iglesia, aunque actualmente se encuentra unida por la casa parroquial.

La cabecera, la parte alta del templo y el crucero datan del S. XVI, y la nave central, de altura inferior, se construyó en el S. XVIII.

En su interior destacan dos retablos barrocos: el retablo mayor, de 1749, tallado en madera de nogal sin policromar y el retablo situado en el brazo del evangelio del crucero que es de madera dorada y policromada, y alberga la imagen de la Virgen del Carmen.

El altar, tallado en piedra caliza, tiene un frontal decorado con motivos platerescos de principios del S. XVI. Goza de gran devoción el cuadro de Santa Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad.

Además, posee dos pilas bautismales. La más antigua, de finales del S. XV, es de forma hexagonal y se encuentra frente a la entrada de la iglesia. La pila más moderna, colocada sobre un pedestal de piedra, presenta en su borde una inscripción en la que puede leerse “me fecit año de 1748” .

 

ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

 Se levantó en 1954 en una finca denominada “Peña Mingazo”, donada por doña Pilar González, madre del que fue Arzobispo de Madrid, don Casimiro Morcillo. La ermita de la Patrona se alza en una mesetilla roqueña de unos 1.000 m2 a una distancia aproximada de un kilómetro y medio del pueblo y presenta una arquitectura sencilla que se integra de forma natural con su entorno geográfico. Desde su pequeña altiplanicie se domina todo el término municipal de Soto del Real.

Fernando Hernán Juez fue el constructor de la ermita.

En las fiestas patronales del verano de 1994, se reinauguró la ermita con motivo del cuarenta aniversario de su construcción. La rehabilitación de la ermita se hizo por mediación del Ayuntamiento, a través de la Agencia de Medio Ambiente, con presupuesto aproximado de 10.000.000 de las antiguas pesetas.

Tenemos constancia de numerosas ermitas que existieron en el término municipal y que han ido desapareciendo a lo largo del tiempo. Así durante la Edad Moderna, el municipio llegó a contar con las siguientes ermitas: San Blas, San Bartolomé, San Sebastián, San Miguel, San Pedro y Santa Ana.

 

PUENTE ROMÁNICO

Construido sobre el arroyo Chozas, une la plaza del pueblo con la iglesia. Tiene un solo ojo con arco ligeramente apuntado, en forma de “lomo de asno”, y está fabricado con mampostería de gran calidad compuesta por piedra granítica local. Aunque no sabemos en qué época se construyó, su morfología es propia de los siglos XII al XV.

Existieron otros puentes antiguos de los que tenemos constancia. Sabemos que el duque del Infantado mandó construir uno en el Mediano, por encima del pueblo, en el siglo XV. También desde el siglo XVI existía ya el Puente de los Borrachos, que salva las aguas del arroyo Matarrubias o Alamedilla a la altura del antiguo Camino de las viñas. Este puente todavía existe aunque es de fabricación moderna.

PARQUE DEL RÍO

Este parque situado entre el casco urbano y la Cañada Real presenta un alto valor natural y constituye un punto de partida para innumerables rutas turísticas en las inmediaciones de Soto del Real, ya sea por antiguas vías pecuarias o por pistas forestales, que nos llevan a parajes como el puerto de La Morcuera, el cerro de San Pedro, el pico de La Najarra o el arroyo del Endrinal.

En el parque encontramos fresnos centenarios, podados a la manera de “cabeza de gato”, con el fin de incrementar la productividad de hojas usadas como forraje para ganado, pues estas tierras antaño eran utilizadas como dehesas en las que pastaba el ganado. Estos árboles constituyen un testimonio vivo de nuestro pasado ganadero.

Este espectacular parque es lugar imprescindible para nuestras tradicionales fiestas. El día 15 de Mayo, día de San Isidro, patrón de ganaderos y agricultores, en este parque se reparten bollos preñados y sangría a vecinos y visitantes. Con motivo de las fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario, el primer fin de semana de agosto, acoge el gran ferial. Tras cinco días las fiestas culminan con el regreso de la Virgen a la Ermita de la Sierra.

ANTIGUAS ESCUELAS (actual C.E.I.P. Virgen del Rosario)

Este complejo de edificios, inaugurado en 1948, albergaba una escuela para niños, otra para niñas, y una casa para cada uno de los maestros. Éstos eran únicamente dos: el maestro, encargado de aleccionar a los niños, y la maestra, que daba las clases a las niñas. En 1950 había 25 alumnos en cada una de las clases.

Hay constancia de que desde finales del siglo XVIII existía una escuela de primeras letras en nuestro pueblo. A lo largo de la historia tuvo varias ubicaciones, entre ellas, el edificio que une el campanario con el resto de la iglesia y, con anterioridad, se alojaba en la planta baja del Ayuntamiento.

Hoy en día, estos edificios se siguen utilizando como dependencias escolares, y han sido varias las generaciones que se han formado en sus aulas.

Algunos edificios de la comarca Sierra de Guadarrama-Alto Manzanares, como estas escuelas, mantienen su esencia serrana, en los que predomina el granito, muy abundante en la zona, trabajado desde antaño por nuestros canteros.

PLAZA DE LA VILLA

Ubicada en pleno casco antiguo, presenta una forma circular en cuyo lado sur se sitúa la Casa Consistorial.  El ayuntamiento actual fue construido en 1999, en el mismo lugar en que se erigía la antigua casa consistorial, que databa de 1928 y tenía dos plantas. La segunda planta comprendía la secretaría, el archivo y el salón de plenos, y la planta baja estaba destinada a las escuelas públicas y al juzgado.

Con el paso del tiempo la plaza ha sufrido diversas transformaciones, tanto en su configuración como en su uso. Entre estos cambios destaca la sustitución de la fuente que centraba la plaza, constituida originalmente por dos caños y un gran pilón octogonal, que era utilizado por el ganado como abrevadero. Además del Ayuntamiento, la plaza albergaba el rollo jurisdiccional, un corral para el ganado, la taberna y la panadería municipales, elementos que no existen actualmente.

Antaño por esta plaza transitaban carruajes y ganadería, aunque hoy en día supone una plaza peatonal por la que resulta muy agradable pasear y a la vez, el centro neurálgico de una ciudad en crecimiento.

Antiguamente en la plaza se disponían los antiguos toriles, así como una improvisada pero bellísima plaza de carros en cuyo interior se realizaban las corridas de toros. Terrazas, parques y jardines de los alrededores de la plaza se llenaban de gente dispuesta a pasar cinco días de fiesta y alegría.

Actualmente la plaza es escenario de diversos espectáculos y celebraciones, entre los que destaca la instalación de un escenario con música y baile que ameniza las noches de verano en nuestro pueblo.

 VIVIENDAS TRADICIONALES

En sus orígenes, Soto del Real era un municipio marcadamente rural, dedicado fundamentalmente a la agricultura y la ganadería. A finales del S. XIX y principios del S. XX, comenzaron a introducirse elementos propios de la arquitectura urbana, como correspondía a una villa con un crecimiento relevante en las áreas del comercio y los servicios.

El crecimiento urbanístico posterior ha provocado que apenas queden viviendas tradicionales en el municipio, a excepción de unas pocas casas. Las viviendas tradicionales serranas de finales del S.XIX solían ser edificios de dos plantas, volumen sencillo y cubiertas simples a dos o cuatro aguas, en las que era frecuente una composición de la fachada simétrica respecto a un eje central en el que se situaba la puerta de acceso. Poseían muros de piedra, balcones con barandillas de hierro en la primera planta y arcos adintelados para solucionar la apertura de vanos, en ocasiones decorados con  hiladas de ladrillo en vertical alrededor de los marcos de las ventanas.

Casimiro Morcillo, un ilustre vecino

La vivienda tradicional situada frente a la plaza dedicada al Dr. Casimiro Morcillo fue el lugar de nacimiento del personaje más relevante en la historia del municipio.

El Dr. Morcillo destaca por su amplia trayectoria en la Iglesia, donde ocupó hasta su muerte en 1971 altos cargos entre ellos el de Arzobispo de Zaragoza (1955-1964), primer Arzobispo de Madrid (1964-1971) y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (1969-1971).


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